El sector turístico es el principal generador de empleo en España y desarrolla una función clave en el mercado de trabajo, integrando los colectivos con mayores problemas de desempleo. Su desempeño laboral se ve sometido a una intensa variabilidad de la demanda, que introduce la necesidad de disponer de instrumentos de flexibilidad, que en ocasiones condicionan su imagen como empleador frente a la opinión pública.

IMPULSO DE UN MARCO JURÍDICO LABORAL QUE PROMUEVA LA FLEXIBILIDAD Y LA SEGURIDAD

El marco jurídico laboral actual apuesta por mecanismos de flexibilidad interna, clave para la generación de empleo del sector y la gestión del ajuste del empleo a una demanda turística fuertemente variable.

El fomento del contrato fijo discontinuo supone la mejor vía para dotar de flexibilidad al sistema y, al mismo tiempo, establecer un modelo de relación laboral “permanente” clave para la formación y estabilidad de los profesionales.

Por tanto, el sector turístico necesita mayor implicación gubernamental en la concesión de incentivos que mejoren la estabilidad del empleo. La variabilidad de la demanda no es un factor que pueda fácilmente modificarse por las empresas. En aquellas zonas que sufren la concentración de la actividad turística en unos pocos meses del año o días de la semana, es clave impulsar acciones que favorezcan el mantenimiento de la actividad durante la temporada baja.

INCENTIVAR LA FORMACIÓN COMO INSTRUMENTO DE CAPACITACIÓN Y CARRERA PROFESIONAL

La competitividad del sector y su reconocimiento social pasa por una fuerte apuesta por la cualificación específica asociada a cada ocupación vinculada a las actividades turísticas. Para ello es necesario poner en valor las profesiones turísticas, adecuar los sistemas de formación a las necesidades de las empresas y gestionar el sistema con el propósito de que la formación sea ejecutada.

IMPULSO DE LA PROFESIONALIZACIÓN DE LA GESTIÓN DE LOS RECURSOS HUMANOS EN LAS PYMES DEL SECTOR TURÍSTICO

En el contexto actual, hay una clara oportunidad entre las pymes relacionadas con el sector turístico y la restauración para impulsar una mayor profesionalización de la gestión de recursos humanos. Por ello, es necesario:

  • Fomentar los cursos sobre gestión del capital humano, modelos de políticas de recursos humanos documentados con contenido mínimo y estándar sobre cómo gestionar de manera eficaz la selección, formación y desarrollo, etc., y asesoramiento impulsado por las administraciones públicas que les ayuden a implantar unos mínimos procesos de gestión laboral y de recursos humanos.
  • Paliar la economía sumergida y las prácticas laborales irregulares, a través del impulso de un código ético de conducta laboral.
  • Reforzar la promoción de certificados de calidad en las empresas, con el fin de contribuir de esta manera a una mayor profesionalización y garantía sobre la calidad del servicio y también sobre la calidad del empleo.